sábado, 26 de junio de 2010

¡VIVA LA ROJA Y LOS ROJOS!

Está bien que un País se movilice en pro de un objetivo común, yo diría más que bien, necesario y sobre todo dice mucho de un pueblo cuyo alto nivel educativo le induce y motiva a reaccionar ante la adversidad y elevar la voz enunciando el basta ya del pesimismo y del inconformismo y reclamando y exigiendo que con su contribución, su esfuerzo, su incansable impulso……….. la victoria esté asegurada.

No puede haber nada más admirable que todo un País, unido por un símbolo, antaño repudiado por un significado perverso de terror………se eche a la calle a gritar declamando la atención de ricos y pobres, de gobiernos y oposiciones, de países amigos y enemigos……..de todo el Planeta, en pro de un noble y necesario deseo cual es, obtener la satisfacción del ego perdido. ¡Que noble acción!

Eran las siete de la tarde y todo el territorio nacional iba in crescendo en ánimo, en tensión, las calles bullían de expectantes padres de familias con sus hijos pululando de un lugar a otro, todos nerviosos, anhelante, expectante ante el pronto acontecimiento que marcaría sus vidas probablemente para siempre. El colapso llegaba a las autovías, las carreteras locales se llenaban de banderas y de gritos espontáneos como si de expresiones reivindicativas se tratara, todo el mundo se volvía, se giraba en busca del detonante momento vindicativo para sumarse con voz potente ¡Viva………….! Lo que sea, pero viva.

Sentimientos de emoción se mezclan con el dolor y el sufrimiento por la incertidumbre que provoca esa espera desesperada de horas, minutos y segundos hasta el momento crucial de la salvación nacional.

Todos unidos, no por cuestiones de Derecho, no por un empleo digno, ni siquiera porque el digno sea el salario o no perder el mismo. Nada de cuestiones banales. Todos abrazados al modo sincero de explosión de alegría, todo un placer que nos hace aparcar las diferencias y tanto peperos como socialistas, en gestos que honran las capacidades de unos y otros para coincidir, al menos por unas horas, entorno a un mismo proyecto que se llama ¡Ganar el mundial de futbol! La emoción del momento todo lo puede. ¡Podemos!

La política tiene esta maravillosa contradicción, a veces las cuestiones de Estado están en aquellas cosas que a todos juntan y a todos desunen, esto dependerá del momento político que se de, es decir, si ganamos, los nuestros lo han hecho, si perdemos la culpa es del Gobierno.


Termino enviando un deseo, que ganemos, que triunfemos en todo aquello de darle a la bola y en lo demás también, pues España son los españoles y sin ellos o con ellos en condiciones de precariedad, España no es nada.

¡Viva la roja y los Rojos!

lunes, 21 de junio de 2010

TINTES TOTALITARIOS

He aquí que, como en un cuento de hadas, nos encontramos sumidos en uno de esos momentos políticos en el que la falta de respeto del principal partido de la oposición, a los demócratas, en España, pasa por la imposición de sus ocurrencias, al peor de los estilos llevados a cabo en cualquiera de las desgraciadas dictaduras habidas en nuestro Planeta.

La carencia de principios y valores democráticos no sólo les lleva a postularse, un día, como Marxistas Leninistas, convirtiéndose en partido de trabajadores y otros en los mayores defensores de las posiciones más Chaviztas o Berlusconiana, asumiendo posiciones que sólo elementos de esa clase son capaces de asumir. Todo vale con tal de llegar al Poder. Y es que los lectores de este blog, estarán conmigo en que son los políticos más malos, perezosos y malcarados que existen en Europa. Desgraciadamente todavía tienen muy cerca las enseñanzas de sus progenitores.

Pues bien en este contexto he aquí que me encuentro que su descaro llega a cotas inimaginable, sólo superadas con una nueva barbaridad como es el hecho ocurrido en una pequeña feria de barrio, como es la del Puerto de la Torre, dónde los partidos políticos de izquierdas, tras más de veinticinco años de participación en la misma y de haber contribuido en gran medida a su creación y potenciación, se les quiere obligar a presentar por escrito una memoria de las actividades políticas que estos realizan en el Distrito dónde tienen fijadas sus agrupaciones. Quieren fiscalizar a la izquierda como si de su chiringuito autoritario se tratara, para que nada se moviera sin su consentimiento. Probablemente lo que les gustaría es convertirnos en sus clientes de distritos, controlados a modo de graciosas prebendas, eso sí, claro, subvencionadas con el dinero de todos.

Al igual que Esperanza Aguirre, desafía e ignora los preceptos de las Leyes y es capaz de lanzar un Órdago al Gobierno de España y a la Constitución española incitando a los españoles a no pagar el IVA, los concejales del PP malagueño, con su alcalde D. Francisco De la Torre a la cabeza, pretenden vulnerar la Ley de Partidos Políticos e igualmente la Carta magna.

Estos tintes totalitarios son cada vez más frecuentes y más peligrosos, valdría pues plantearnos a qué no estarían dispuestos los hombres y mujeres de la Derecha, en Málaga y en España a llevar a cabo, si tuvieran la posibilidad de gobernar Andalucía y España, al mismo tiempo.

Es verdad que su extremismo raya la vulgaridad pero su esperpéntico comportamiento no nos debe hacer llegar al conformismo simpático, pues sus maneras pintan formas peligrosas para el modelo de Libertad que nos hemos dado en participar en Europa.

Los españoles hemos tomado una decisión y es la de participar en el modelo de participación ciudadana más humano y solidario que existe en el mundo, cual es el europeo y a su vez los partidos de izquierdas nos hemos comprometido, como defensores de los intereses de la inmensa mayoría de la población, a humanizar una sociedad creada y nacida para unos pocos, precisamente esos a los que defienden el PP.

La igualdad y la justicia social, junto con la solidaridad y la Libertad han de confrontar con aquellos que nos quieren imponer su voluntad, vulnerando los preceptos constitucionales que todos los españoles nos hemos dado y para ello se hace necesario redoblar los esfuerzos en la defensa activa de la política. Por tanto es imprescindible la movilización ciudadana, la dinamización social, la politización de todos los estamentos sociales, de forma y manera que nos convirtamos todos, en activos precursores de los cambios políticos, sociales y económicos, de nuestro País.

jueves, 17 de junio de 2010

El Verdial un valor humanista



Los Verdiales, fiesta, arte milenario, conservado en su estado más puro gracias a la protección que le dispensaron, durante siglos, nuestra peculiar orografía malagueña y sobre todo las gentes que habitaban sus montes.

Esta Fiesta, como la llaman los entendidos en la materia, forma parte de nuestra cultura y patrimonio malagueño, motivo por el cual, todos y cada uno de los que habitamos esta noble ciudad, tenemos un compromiso para con ella, especialmente sus Instituciones y muy particularmente, el Excmo. Ayuntamiento de Málaga.

La gran apertura que supuso el que todo nuestro entorno geográfico se abriera a la ciudad y al mundo, gracias a las infraestructuras de carreteras y transportes fundamentalmente, han hecho que podamos conocer, con más precisión, los cantes y bailes verdialeros y podamos admirar su música y peculiaridad artística, tan puramente conservada. Pero, del mismo modo, se ve amenazada por la incomprensión, las influencias negativas que supone el abandono del entorno que le vio nacer, la falta de escuelas y de promoción del arte del verdial.

El Gobierno conservador de Málaga, no cree en los verdiales, tan es así que una de las primeras medidas que tomaron cuando asumieron el Poder, fue la de acabar con una fiesta multitudinaria que se celebraba todos los años en el Puerto de la Torre, en los albores de su Feria. Esta manifestación cultural llegó a congregar a más de tres mil personas, cada año. Acabaron con ella, creando nuevas asociaciones, rodeándose de personas que no sabían de esto y convocando, a su vez, nuevos actos (no lo podemos llamar Fiestas) con la displicencia de las gentes que han nacido, que entienden, creen, les gusta y se dedican a su fomento. A toda esta sarta de incomprensiones hay que poner sobre la mesa que la ignorancia del P.P. en el Exmo. Ayuntamiento de Málaga, les lleva al desarraigo permanente de la Fiesta, es decir, ésta no es nada fuera de los montes y campos en el que nació y se preservó, de ahí que la permanente manía de llevársela a la Feria de Málaga o a cualquier otro lugar de la urbe malagueña, no hace más que contribuir a su descomposición.

Recientemente hubo una reunión de la Asociación Verdialera “Amigos de la Torre” con Alcaldes de Pandas y fiesteros en la que se puso de manifiesto la preocupación de sus hombres y mujeres por el deterioro que va sufriendo su arte y dejaron claro la reivindicación, ya antigua, de: más y mejor formación de los nuevos valores, un definitivo y estable lugar dónde celebrar la Fiesta Mayor de Verdiales, que por cierto, todos situaban en la zona del Puerto de la Torre -los Verdiales y dónde se podrían celebrar más eventos fiesteros, como la Rifa, acontecimiento histórico del verdial, que ya prácticamente se ha perdido, por la desidia de la administración municipal. Quedó patente el descontento por los comportamientos conniventes, de los montajes asociativos, que se autoerigen la representación de las Pandas de Verdiales, con una administración, que no gustan de los verdiales y que sobre todo no reconoce su historia.

Cuando un malagueño defiende el Verdial, no sólo está defendiendo unos cantes y unos bailes. Es importante entender que tras ellos hay, a decir de los estudiosos, un modus vivendi que nos retrotrae a más de mil años. Los verdiales, junto con la churripampa y los cantes de la trilla, representaban la puesta en escena, la demanda, la declaración amorosa, la exposición de unos usos y costumbres que caracterizaron durante siglos, a los malagueños de nuestros montes. Hay puesto en este arte, mucho de sentimientos, de anhelos, de alegrías y penas. En los verdiales sentimos cómo y cuanto se trabajaba, cómo las mujeres andaban de colina en colina hasta llegar al río, arroyuelo o pozo más cercano a lavar la ropa, para volver sobre sus pasos al hogar, cómo los hombres y los niños trabajaban la tierra de Sol a Sol o cuidaban el ganado. Todo un mundo de sabores, olores y colores que no pueden dejarse al albur del desarrollismo que todo lo olvida.

Potenciar nuestra cultura es una responsabilidad de todos y todas, por ello, los políticos, muy en especial los que gobiernan, tenemos, tienen, la obligación de trabajar incansablemente, teniendo en cuenta siempre, que a más cultura más educación en valores y que ello redundará en el bienestar de una sociedad, muy necesitada, de comportamientos solidarios, justos y fraternalmente humanos.

sábado, 12 de junio de 2010

OTRA VISIÓN DE MÁLAGA

Que Málaga es una gran ciudad no lo duda nadie y que lo es, fundamentalmente, por la calidad humana de sus gentes, eso si que es indudable. El carácter del malagueño pasa por su tolerancia, por su capacidad de aceptación del diferente, por su nobleza y por su actitud positiva ante la vida.

Ahora bien, habrá que convenir que esta ciudad a la que amamos profundamente no se ve correspondida, desde hace ya más de una década por su máximo responsable municipal. Se encuentra abandonada al albur del capricho de los que la ven nada más en términos de mercadeo. Manoseada por la incompetencia de quien no tiene un Proyecto humano de ciudad sino una intención clara de someterla a la duda y a la incertidumbre del que no saber que hacer con ella.

Nuestros ojos ven a menudo una realidad, un centro histórico degradado por mor de un abandono intencionado, de alguien al que parece esperar que la divina providencia ilumine su entendimiento y como si del maná se tratara se levantara todo un urbanismo caótico. Pero ello y sin que sirva de consuelo, no es más que el fiel reflejo de una ciudad en la que nada marcha pues nada está pensado en clave ciudadana.

A todos nos gustaría poder reconocer que esa maravillosa calle Larios ha sido el colofón de una serie de actuaciones inteligentes en la que volviera a hacer florecer todo ese gran escaparate que los turistas presencian cuando entran por el puerto marítimo, cual es, la fenicia Malaca. Pero no, el que se atreve, se interna por una calle Nueva, cuyos alrededores está decayéndose de puro abandono. Carretería, antaño centro neurálgico del comercio tradicional malagueño, lugar de una vida activa potentísima y de una belleza sin igual, representa la peor cara del peor interior que le contonea. Alrededores del Teatro Cervantes, Plaza de la Merced, Alcazabilla, Granada……ya saben el dicho popular, presenta un aspecto de ciudad sitiada y bombardeada. El resto de la ciudad no presenta mejor aspecto, salve decir, tan sólo, que no está, precisamente diseñada, para nuestros hijos, ni mucho menos para mayores, ni casi para vivir.

Necesitamos del ingenio, la creatividad y la alegría del malagueño, malagueña para imprimir las energías suficientes que provoquen el entusiasmo institucional para emprender los cambios que necesita esta ciudad. Tenemos que erradicar definitivamente la tristeza y el cainismo municipal que tanto daño le está provocando a Málaga, a su economía, a su imagen, a su vida social…..

La política que necesita Málaga pasa por personas que humanamente se sientan malagueñas y sobre todo quieran que su tierra sea admirada, no sólo por su Sol y sus playas. No necesitamos de comportamientos hipócritas para ser grandes, sino de la nobleza que nos es innata y nos ha venido dada a lo largo de la historia de este pueblo nuestro.

Los ciudadanos del mundo han de vernos como somos y han de ver nuestra tierra, como nos gusta a nosotros que se vea, como nos gustaría verla a todos y a todas, una urbe con tradición pero adaptada al siglo XXI, un comercio, el suyo de toda la vida, joven, influyente, dinámico, atractivo, potente y extendido por todo su perímetro, convirtiendo la ciudad en un atrayente lugar de encuentro. Necesitamos una gran zona verde y/o de ocio, cerca del mar, de nuestro mar, de ese que nos ha proporcionado la sal de nuestras lágrimas y de nuestros sentidos, un gran parque que nos haga recordar el que ya construyó el arquitecto Rucoba y Crooke, en cumplimiento de esa Ley de 1896, que ya inspirara Cánovas; enamorándonos, igualmente, por haber sido ampliamente superado.

Esa política ha de abrirnos las puertas al mar, eliminando barreras anacrónicas y sin sentidos en un mundo de Libertad al que pertenecemos. Ha de construirse un trazado ejemplar para la nueva ciudad que nos circunda y ha de hacerla accesible y habitable para todos y todas los que quieran en ella criar a sus hijos. Tiene que estar bien comunicada, pues ya hemos descubierto que es a través de un pronto desplazamiento como damos vida a la ciudad, a los municipios entre sí y cómo los comunicamos con el mundo, haciéndolos ricos y productivos.

En definitiva, una ciudad se levanta con la anuencia de los que viven o pretenden vivir en ella y no a su espalda. El gran núcleo urbano tiene que serlo no por su dimensión, sino por su capacidad de interrelación de los que en ella viven. El urbanismo desarrollado es aquél que contempla la convivencia solidaria y en paz de sus habitantes, es esa que permite la relación social fluida y responsable, desde la tolerancia y la empatía por valores de paz y solidaridad y sobre todo es ese que permite, de forma natural, el diálogo entre las gentes y entre éstas y las instituciones.

Estoy convencida que los políticos tenemos que oír más y conversar más con la ciudadanía. Ella tienen la solución.