viernes, 20 de agosto de 2010

LA SINRAZÓN DE LA RAZÓN

Y dale con la matraca del Señor oportunista que viéndose partir hacia lugares más adecuados, se convierte en un pertinaz pelmazo de la vida política de todo un País. Siempre se ha dicho que en todos los pueblos hay un iluminado. Los hay que lo son por razones biológicas y no tienen remedio más que el de darles mucho cariño y ternura y los hay (estos son los peores) que se nos presentan imbuidos de un don divino difícil de precisar. Qué le vamos a hacer, son así, es su razón, esa que sólo unos pocos ven y nadie siente, pero que de persistir, la mayoría lamenta.

En el caso que nos ocupa, nos vemos todos los días, abocados a tener que soportar si no el exabrupto de uno de esos interlocutores válidos, es, eso mismo y su ingrata presencia en todos los medios de comunicación (sobre todo los afines) para hacernos comprender que nuestro País, es una ruina. Y es importante subrayar la razón de la sin razón, porque todo vale con tal de demostrar el hecho cierto y oportuno de que existe una conspiración socialista para someternos a las hordas enemigas del cristianismo español. ¡Sólo Dios sabe lo que pasa por la mente de estas gentes! Que diría un auténtico prelado de la devoción y culto al conservadorismo ¡Español!. ¡Dios nos libre de esta gente, me estoy refiriendo ahora, a la Derecha, claro!

¡España se nos hunde, eso ya no le cabe la menor duda a nadie, estamos rodeados de enemigos, que sólo persiguen la desestabilización de un sistema de valores, en el que el honor es su principal soporte!

Quiénes esto defienden, desde luego anclados en una concepción primitiva y propia de los poderosos de la Edad Media, son los que aspiran a Gobernar, algún día, España. La base sobre la que sustentan su propuesta es la de la confrontación radical contra toda sospecha de acabar con España, claro que los únicos que tienen sospechas son ellos, los únicos que ven enemigos, son ellos, y los únicos que quieren a este País, son ellos. Y en ese discurrir tan peculiar de estos Peperos de toda la vida, no se paran a pensar que en un Estado de Derecho, el diálogo, la tolerancia, la diplomacia entre vecinos, la coherencia respecto a nuestro posicionamiento en el contexto mundial, ha de estar, siempre presente en todas nuestras actuaciones; también y sobre todo, cuando somos oposición a un gobierno democrático.

Los Partidos que conforman nuestro sistema democrático tienen una responsabilidad de Estado incuestionable, son Estado y se deben a él y por nada del mundo han de ir contra él………pues de ser así, eso se llamaría traición o como creo que es el caso incompetencia respecto al conocimiento del papel que ocupa dentro de su País.

Es del todo intolerable que un ex Presidente del Gobierno, en la frontera de un país amigo o fuera de las mismas, igualmente países cooperantes, haga manifestaciones contrarias a su gobierno, en materia de política internacional (ya es malo que lo haga en lo que a la nacional se refiere) porque eso es ir contra el Estado que dice defender. Es un comportamiento que de tan conservador que es, se sale peligrosamente, de la línea que nos separa del rencor y el odio que se ponen de manifiesto en las dictaduras existentes en el mundo.

Paz en el cielo a los que en ellos tienen instalados su corazón y coherencia en las tierras de España, para así, seguir cosechando el reconocimiento internacional que tanto países como ciudadanos del mundo nos otorgan a los que en este modesto rincón del Planeta vivimos.

Compórtense, señores, compórtense.

Mari Carmen Sánchez, melillense de nacimiento.

miércoles, 18 de agosto de 2010

LA FERIA QUE PODRÍA SER

El Ser auténtico de la Feria, desde luego, no es el que tenemos en esta Málaga nuestra, a fecha del Solsticio de Verano, del año 2010.


La dejación perpetrada por el Gobierno Municipal, una vez más, contra lo que a todas luces tendría que haber sido una manifestación de nuestro arte y de nuestra cultura se nos presenta como un gran macro botellón, auspiciado y permitido por aquellos que dicen querer desterrarlo de la faz de la tierra, claro que esta vez no son los jóvenes los encargados del montaje y organización institucional.

Se hecha de menos aquellos tiempos en que Málaga se diferenciaba del resto del mundo por lo singular de su Feria, por un lado su Centro Histórico se engalanaba recuperando el colorido de sus jazmines, gitanillas y geranios invitando al folklore más típico y ambientalista que tenemos. Comerciantes, ciudadanos, entidades asociativas y su Ayuntamiento se ponían a la cabeza de su preparación, implicando a todo el mundo en el éxito (incuestionable) de una Feria del Centro y de un Real que era la envidia de propios y extraños.

La vestimenta de los malagueños con sus trajes típicos de gitanas, en sus mujeres y de corto, en sus hombres, contribuían juntos con las malagueñas, los verdiales y las sevillanas y mucho de flamenquería a embellecer nuestra ciudad, creando un ambiente de convivencia y de relación social maravilloso y desde luego, propio de un momento de fiesta como el que nos gusta vivir a los malagueños.

Lo que vivimos ahora, tiene el sello de un regidor triste y ciertamente gris, dónde la música, no nuestra, del tachín, tachín, y los descamisados proliferan por doquier, con litrona en mano y exabruptos de alta voz, que provocan un sentimiento de ridículo a los que nos gusta el divertimento simpático, educado y elegante.

La Feria de Málaga necesita a los malagueños y malagueñas y los necesita para darle un impulso internacional que la proyecte como el evento cultural y artístico más importante del Sur de Europa, un espacio abierto a todos los ciudadanos del Planeta, dónde a través de nuestras cosas, se sientan tan integrados que, igualmente, les haga participar en su engrandecimiento.

La Feria del Centro ha de ser eso, la de todo el casco histórico de Málaga, no sólo de dos calles, sino toda ella al completo, con la implicación de sus vecinos, de los comerciantes, dónde desde cada pequeño negocio (como se hacía antes) le ofrezca un aperitivo al visitante, dónde la música popular prolifere junto con nuestra alegría. Un Centro histórico al que los malagueños exijamos que todos presentemos la mejor cara que tenemos, la mejor imagen del andaluz, desterrando la chabacanería de aquellos que no entienden que esta fiesta se puede ver correspondida por millones de turista de todo el mundo y que a ellos hay que enseñarles que tras los festejos se encuentra una ciudad con hermosos rincones y con un patrimonio histórico digno y dispuesto para ser admirado.

El Real de la Feria, ciertamente, ha de estar enfocado de otra manera, ha de ser un indicativo del modo de vida que nos plantea nuestro clima. Ha de estar presente, en todos los que a ella asistan, que tras el cachondeo, está el arte de los que amamos la vida y que ésta se manifiesta con actividades de todo tipo, en un entorno, que ha de no desmerecer en nada a ese bello edificio que tiene al lado, cual es, el Palacio de Ferias y Congresos. Estos dos juntos han de congregar a lo largo de todo el año, a miles de personas interesadas en el fomento de los nobles modos de convivencia cultural y artística.

Es por tanto pertinente el debate abierto por María Gámez sobre el Ser de la Feria de Málaga. Ustedes, amigos y amigas, lectores y lectoras tienen la palabra y la acción para cambiarla.

Mari Carmen Sánchez Aranda

viernes, 6 de agosto de 2010

OBNUBILADO ALUCINE

Siempre atisbo el horizonte con cierta zozobra al contemplar que los altares de los Dioses han de tener unos resortes que impiden ver lo que por encima y por debajo de esa fina línea hay. Es probable que una no sepa mirar bien o que no sepa analizar con eficiencia lo que se aprecia.......de bueno, entiendo yo, si mirara con los ojos de un auténtico analista, ya sea hombre o mujer (que algunos se empeñan en afirmar que no tenemos la misma mirada).

La desazón me viene provocada al hacerme la pregunta afirmada de: se pueden perder los sentidos al llegar al lugar magnánimo de los que están más cerca del cielo, es más, sin llegar, tan sólo acercándose...........bueno, sin acercarse, intuyendo que se pueden acercar y conformar un comportamiento ausente y displicente para el común de los mortales. ¿Qué pasa por la mente de un mortal? Que dice ser lo contrario de lo que muestra ser.

El omnímodo proceso de acercamiento al bien, que todos y todas experimentamos nos lleva a veces a interpretar las cosas en función de múltiples factores que a menudo son ajenos al camino originario que se ha emprendido para llegar a él, bien porque falta base, bien porque no hay trayectoria a seguir, bien porque no hay un proyecto que le conduzca a la nobleza del aura bienhechor o bien porque no hay nada, de nada, de nada. De ahí que muchas personas escojan a destiempo un camino que no conduce más que a momentos efímeros de beatificación de su comportamiento, es lo que llamamos: su momento de gloria.

Siendo honesta he de reconocer que todo el mundo tiene, porque lo busca o porque lo necesita, en el espacio tiempo de su vida, su chispa de esplendor; pero lo malo no es tenerlo, es instalarte en un constante y obnubilado alucine.

Las responsabilidades que una asume, siempre voluntariamente, para desde la política, poder mejorar la vida de las gentes, ha de estar en sintonía con el sentir de las mismas, de forma y manera que los que nos dedicamos a esto de lo público, no seamos más que correas de transmisión del sentir ciudadano, huyendo, siempre que se pueda, de las cuestiones banales que en todas las tareas, voluntarias o no, se dan. Ejemplo de lo que digo es, si el principal problema que tienen los ciudadanos es la situación económica, el empleo, un Ayuntamiento como el nuestro no puede dejar abandonados a los polígonos industriales que tiene en su ciudad por una foto dando un martillazo a una campana o en bañador para demostrarnos sus cualidades físicas.

Los malagueños nos piden hechos, es decir, una apuesta decidida por nuestro tejido productivo, la ciudad limpia, el transporte que sea operativo, obedeciendo a las necesidades de aquellos que hacen uso de él y no a criterios de centralidad que restan eficiencia al servicio. Adecentamiento del Centro Histórico y dejarse de esa actitud banal de fotografiarse junto al Museo Picasso, utilizando su majestuosidad en beneficio propio y olvidándose que éste necesita de un entorno cuidado. Etc. Es decir ser coherente con lo que decimos ser.

La política siempre está cargada de la ideología del proponente. Por la historia de la humanidad y por experiencia familiar y personal sabemos que la Derecha obedece a valores individuales y egoístas, de ahí que reciban más, aquéllos que más tienen. En cambio la izquierda impregna de igualdad, justicia social, solidaridad, libertad todas sus iniciativas y lo hace desde la tolerancia, el diálogo, la cooperación, etc. De ahí que sea muy importante que no perdamos el rumbo de los acontecimientos históricos y seamos generosos e inteligentes en nuestros procederes, primando en ellos los mismos valores que aplicamos a nuestras políticas.

Málaga, necesita impulsar la generosidad de sus gentes y aplicar ésta a la ciudad en la que vivimos. Un Ayuntamiento, un regidor, que bucea en el submundo de la contemplación expositiva, no es más que el representante de una institución muerta y decadente. Los malagueños necesitan cambiar la brillantez de los iluminatis por la eficiencia de unas mujeres y hombres que sepan (porque conocen) cambiar las cosas para mejorar la vida de los que en ésta noble y bella ciudad viven.