sábado, 26 de marzo de 2011

ESPACIO PÚBLICO COMPARTIDO

Concebir el espacio público como un ente común debería formar parte del acervo cotidiano de todos en general, pero de forma muy particular de los que a la política nos dedicamos. Ciertamente muchos ciudadanos nos podrán decir que eso no es así, cuando aprecian, nítidamente, la confrontación y a veces el desprecio que sobre las instituciones, le dedican los siempre patriotas de la derecha. Es difícil entender, para ellos, que todas las administraciones conforman el todo, llamado Estado, y que sin éste, la anarquía lo invadiría todo y nos sometería a los ciudadanos a la displicencia de quiénes desprecian las normas con las que nos regimos las sociedades democráticas y de Derechos.

Conviene por tanto condenar y condeno que políticos como el Alcalde de Málaga, hagan de su virtud el menosprecio, el deterioro de la Junta de Andalucía y lo hagan siguiendo el mismo patrón que Arena o Rajoy, respecto de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, de la Justicia, del Parlamento, etc. en beneficio de sus propios intereses partidistas. El todo vale, en política, es despreciable y así ha de ser puesto de manifiesto por los demócratas de cualquier país.

¿Cómo, creo, debemos de interpretar la actitud del P.P.? Desde luego es obvio que entienden la política, desde el uní lateralismo más personalista y lo hacen consciente y deliberadamente contra la esencia de la democracia, cual es la participación activa del pueblo. Demuestran con su actitud no creer en que la soberanía reside en las personas que configuran España y procuran desde el descrédito a la política (en la cual se empeñan constantemente) que la participación electoral sea mínima, pues ello beneficia, por un lado, a sus opciones de acceder al Poder y por otro, les faculta para cometer cuantas barrabasadas políticas les sea posible. La interpretación es clara: no les interesa la democracia, tan sólo tener el Poder…….si es posible absoluto.

Un País, sin el control del pueblo y sobre todo con el debilitamiento de sus representantes, es aquél en el que las decisiones escapan a los controles democráticos, para ponerlos al servicio de los intereses privados, es decir la democracia se deteriora y se deja bajo mínimos. Fijémonos por un instante qué nivel de inversión pública hay en una comunidad regida por la derecha y en otra, en la que gobierne la izquierda, observaremos, no sin poca sorpresa, cómo la sanidad, la enseñanza, las becas, las prestaciones sociales, las inversiones en carreteras y obras, son mucho menores en la primera que en la segunda y del mismo modo nos daremos cuenta, como pagan más impuestos los que menos tienen. Es lo que denomino la paradoja de la mentira conservadora, pues se presentan como los valedores de los postulados de izquierdas y al mismo tiempo, de manera lo más simulada posible, aplican políticas para el deterioro de todo lo público. Hipocresía mundana para beneficio de unos pocos.

El motor y la fuerza para conseguir los cambios está y estará siempre, en el pueblo, un claro ejemplo es el movimiento revolucionario por la democracia, dado en el continente africano, que nos ha hecho recordar que nada permanece inmóvil o inactivo, sino todo lo contrario, por mucho que nos pueda parecer que todo se deja al albur de los políticos.

Los ciudadanos vigilan, están atentos, manifestándonos en todo momento su aceptación o descontento, pero también, dando un fuerte golpe, cuando así lo creen oportuno, contra el mal uso de las instituciones.

El Partido Socialista Obrero Español, leal a su compromiso ciudadano ha de liderar, desde un discurso de izquierdas, los anhelos de las gentes y lo ha de hacer aplicando sus compromisos progresistas, con valentía, con firmeza, explicándose en todo momento y sobre todo llamando a la movilización participativa, en el ejercicio del Derecho Constitucional a decidir en todo momento y sobre todo en los procesos electorales.

El P.S.O.E. en las próximas Elecciones Municipales ha de hacer un llamamiento a la coherencia, a la contestación mayoritaria de un pueblo que con su decisión ha de poner freno a los responsables de la crisis económica y a sus representantes, me refiero claramente, a un sistema de malos gestores financieros, irresponsables para con la sociedad y a una Derecha que sólo piensa en reproducir y mantener los errores de un mercado que no se quiere someter a las reglas democráticas de la sociedad de la justicia social y del Estado de Bienestar.

Los socialistas desde luego estarán, estaremos proponiendo que es posible un mundo mejor y más humano, dónde impere los valores, de la tolerancia, la justicia, la igualdad, la solidaridad y la libertad.

Hago un llamamiento de todos los progresistas a la movilización de la izquierda, poniendo freno, a los promotores de la incertidumbre y del desaliento ciudadano.

viernes, 11 de marzo de 2011

SEGUIRÉ CAMINANDO

Tenía quince años y no me podía contener la ira contra aquellos que oscurecían los cielos de este País…….digo bien ¡los cielos! Pues en España, en Andalucía y en Málaga, más concretamente, hay varios. Unos brillan con el color de la vida, otros con el azul de nuestros mares y océanos y ese otro con el color de la incertidumbre más oscura……….a unos y a otros les he observado, les he estudiado y también les he combatido.

He conocido la noche, muchas noches, demasiadas, también la luz del amanecer y el transcurrir rápido, muy rápido del día, para volver, una y otra vez a la noche…….y los tiempos han pasado con la velocidad de los vientos a impulsos meteóricos del no parecer avanzar y siento encontrarme anclada en la tempranía de los tiempos con el mismo sonrojo que a mi corta edad tenía; más ya no llega a ser ira, a pesar de sentir la amenaza de la oscuridad, que parece no querer irse y aparece y reaparece cual río, famoso, español.

Es verdad, la espesura del oscuro color está blanqueada por el de la hermosa esperanza y es cierto que ésta se encuentra siempre, llamando a las puertas de nuestras casas, pero los nudillos con los que golpean la misma, ocasionan un ruido duro, sordo y en cierto modo, tenebroso. Es la contradicción del pensamiento analítico que nos hace tener el convencimiento de que la belleza está junto a nosotros, disfrazada del horror decadente de la desesperación. En un esfuerzo sobre humano me rehago y saco de dentro de mí, ese ardor, esa fuerza, esa rebeldía de los años del convencimiento y del amor, pero me dura poco, me he vuelto realista, ¡Ah! Que horror y congojo me provoca esa palabra, la misma que induce al común de los mortales al aislamiento pragmático y al desaliento metafísico, ¡No! He de decir ¡No! He de seguir buscando la verdad relativa y el pluralismo de los que piensan y ven el mundo como un ente multicolor, solidario y libre, sobre todo, libre y lo quiere para todos los ciudadanos del mundo.

Pero, en un haz de dolorosa banalidad, he afirmado, sí, me he atrevido a afirmar que hay varios firmamentos, sin darme cuenta que, al mencionarlos, vienen a mi, imágenes bellas, no sólo por lo que significan y te imaginas, sino porque bajo ese brillar de estrellas y maravillosa claridad, están sus gentes y sus hermosas tierras. Todos ellos, fuentes de una cultura común, diversa y plural, conforman esa verdad relativa a la que hacía mención y merecen que desde la absoluta y desgraciada verdad, les oigamos, para, juntos, huir de la mediocridad y del desaliento casposo que representa aquella sinrazón de la noche de los tiempos oscuros.

Málaga, Andalucía, España y la humanidad necesitan de un cambio…….pero este ha de venir, rompiendo, a decir de Felipe González, con esa concepción global del mundo en el que vivimos, de ser un gran casino y retomando la cultura del pensamiento motor libre, que acabe con el aislamiento y la esclavitud a la que nos tienen sometida las formas y modos que al más burdo estilo del “Gran Hermano” nos encierra en una burbuja cuya transparencia oculta la realidad del mundo que nos rodea. Igualmente la solidaridad tiene que estar instalada en nuestras vidas y por ende en nuestras sociedades, sólo los progresistas serían capaces de hacer comprender que su práctica, ennoblece, cual ejercicio físico e intelectual engrandece a las personas. Una sociedad insolidaria es aquella que ha perdido su capacidad para mejorar. La igualdad y la justicia social no pueden ser dejadas de lado, al albur del manoseo conservador, pues lejos de incentivarlas las dejan vacías de contenido y tergiversan su auténtico significado, llegando a la desvergüenza de presentárnosla como la gran mentira de la izquierda. Sin Derechos nuestro País queda en mano de la desregulación, es decir del más negro e inhumano corazón: del mercado. Por tanto, pongamos algo de sangre y generosidad y combatamos al dolor materialista del frío y calculador dinero.

Sigo, seguiré poniéndole pasión a la cosa pública, a la gente, a la vida y al modo de compartirla socialmente, pues no puede y no debe ser de otra manera, trabajar por la paz y la esperanza y hacerlo juntos me seduce más que la ramplonería economicista de aquellos que sólo piensan en pensar, lo que piensan y cómo piensan los que nada quieren pensar para los demás.

domingo, 6 de marzo de 2011

IDENTIDAD

Decía el poeta Antonio Machado: “Caminante no hay camino, se hace el camino al andar….” Y desde luego no lo decía por gusto, no era un cantar sin más. No pretendía que tan sólo fuera una conjunción de palabras y sílabas que armónicamente rimaran para la creación de unos versos más o menos bellos, que por cierto, estos lo eran y mucho. Era la aplicación hermosa de la experiencia humana a la que Machado estaba siempre cerca y de la cual bebía y aprendía y por supuesto la hacía extensiva al común de los mortales.

Pero no es mi pretensión hablar del genial hombre, pero sí de ese verso, que concentra y explica mucho de lo que los humanos en general y los políticos en particular tenemos como obligación para, desde la armonización social, lograr que el Estado de Bienestar aumente y no decaiga por efecto de una crisis o por el objetivo, del llamado “Libre Mercado”.

Como ciudadanos tenemos la obligación de confrontar nuestro principal interés, cual es, nuestra calidad de vida, la de todos, frente al de aquellos que prefieren adelgazar la fuerza que tiene el Estado para conseguirla y desde luego quieren hacerla bajo el principio egoísta de la cada vez más acumulación de riqueza, en sus solas y únicas manos. Todo vale, esta crisis, también, pues lo sacrificios los asumimos la mayoría mientras que esa minoría adinerada sólo pretende colocarse en buena posición para cuando llegue la recuperación económica. Los datos sobre la pobreza en el mundo nos indican claramente que los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos.

No podemos ceder, no debemos hacerlo y como políticos de progreso aún menos. Nuestros partidos han de verse reforzados, robustecidos en sus estructuras, participados por cuantas más personas mejor y no sólo en el trabajo sino en su capacidad de decisión, pues de esa manera la democratización y el ejemplo que de ella se de, será mejor percibido por la ciudadanía, sintiéndose reflejados en el pensamiento que de ellos se emane.

La movilización exigente es el único instrumento capaz de acabar con las posiciones insolidarias de contención del dinero para que la vida económica de un País no fluya.

Los gobiernos progresistas, junto con los partidos que les representan han de bajar a la calle y digo bajar, pues como cada vez más se admite, se ha retirado de ella y como ya he reconocido en otros escritos, siendo verdad que somos ciudadanos, que nos relacionamos, que vivimos, que dialogamos y trabajos, que estamos inmersos en las estructuras sociales; es también verdad que desde el punto de vista del pensamiento organizado y libre estamos en un mundo algo alejado del real. Parece como si no pretendiéramos su confianza y os aseguro que la gente quiere oír de nosotros, en mi caso, del P.S.O.E. explicaciones, soluciones, quieren sentirse que coinciden con lo que afirmamos, pero lo quieren saber, de primera mano, en la puerta de su casa o en su puesto de trabajo, o en la plaza de su barrio....quieren vernos y sentirnos que estamos, permanentemente ahí.

Pronto, serán las Elecciones Municipales y se nos requerirá para concursar en ellas y debemos hacerlo; pero si lo hacemos por el sólo hecho de tener que participar, aunque el Programa Electoral sea muy bueno, no ganaremos. Se pueden ganar si nos presentamos ante la sociedad con un Proyecto de Ciudad valiente, atractivo, diferenciador y desde luego para las gentes que aquí viven y sobre todo y muy importante para los que vivan en los próximos treinta años. Ese Programa ha de estar presentado en cada casa, de forma personal y directa y de la mano de un socialista. Nuestra voz ha de sonar con tal fuerza, con tal ilusión, que las gentes vean que es su Proyecto, y que quiénes se lo presentan creen de verdad en él.

El Partido Socialista Obrero Español, tiene en su marca, su principal valor, estoy, por tanto con José Luís Rodríguez Zapatero en que hay que reforzarla, apoyarse en ella. Es el gran instrumento que tienen los ciudadanos para cambiar las cosas, en una ciudad, en un País que le queda todavía mucho por hacer y cuya transformación y alcance máximo de bienestar vendrá, únicamente, de la mano de políticos progresistas.

Siempre se ha dicho que la fe mueve montañas y es verdad pongamos en marcha la nuestra y no habrá ninguna que se resista a nuestro empuje.

Acabo haciendo uso del final del cantar de Antonio Machado: Golpe a golpe, verso a verso.