sábado, 29 de enero de 2011

ALGO SE MUEVE EN EL MUNDO

Sin duda alguna los datos del paro son malos, habría que afirmar que son pésimos para una sociedad como la nuestra, con tan sólo treinta años de democracia y cuyo objetivo, ha sido siempre, salir de siglos de miserias y de injusticia social.

Es paradójico que a partir del término de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, cuando se dan las mejores condiciones políticas y económica de desarrollo de los europeos y cuando España, se incorpora (tras pasar más de treinta años) a ese selecto club de privilegiados del Planeta, en plena pubertad, y con grandes diferencias aún respecto a nuestros socios, nos veamos inmersos en una de las grandes crisis mundiales que - por un lado – nos impide seguir avanzando en Derechos y por tanto en calidad de vida y por otro, nos haga no poder llegar a los niveles de bienestar ya logrados por Francia, Alemania, Reino Unido, etc. No es que sea mala suerte, es sencillamente una notable y malévola forma de impedir el desarrollo humano de unos ciudadanos que están necesitados de llegar a sentirse respaldado por unos Estados que se dejan comer el terreno por la invisibilidad de un mercado que juega con las cartas marcadas y lo hace en connivencia con aquellos que, a su vez se llaman defensores de la patria. Nuestros patriotas también contribuyen, desde ese pequeño y selecto grupo de financieros al deterioro de la vida de las gentes.

Todo sea por el dinero, podríamos decir, claro, por el suyo, porque nada se dice, ni se piensa de la vida de todos esos ciudadanos que necesitan, no un planteamiento de salir de una crisis más, de la que ya están acostumbrados, pues forma parte de su vida, sino de no volver a que se produzca nunca más una regresividad en los planteamientos económicos mundiales. Claro que esto supondría que la política tomara las riendas y estableciera reglas para que el reequilibrio mundial fuese la pauta normal de su comportamiento, repercutiendo sobre el común de los mortales con más bienestar y más sosiego del que les provoca la irresponsabilidad y la mala gestión de aquellos que no sienten, ni padecen, más que por sus finanzas.

He leído hoy a un articulista poner de manifiesto, a raíz de las protestas de jóvenes en Túnez, Egipto, Jordania, Arabia Saudí e incluso la de hace unos meses en Francia, de considerar que la situación general de la población y muy particularmente el de la juventud, podría desembocar en un nuevo “Mayo del 68” (declaración realizada por el presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab). (La tasa de paro juvenil en España (menos de 25 años) es del 43,6%). Este dato que igualmente se nos indica en Tribuna del Diario Málaga Hoy, no deja de ser preocupante y nos enfrenta a un futuro incierto que de no ser tenido en cuenta, podría desembocar en serias movilizaciones. Aunque dado la sensibilidad mostrada por las grandes fortunas, quizás estén mereciendo que los ciudadanos unamos nuestras fuerzas contra un sistema que no cuenta entre sus balances el valor humano.

Los foros sociales, Internet, la telefonía móvil, están siendo los canales usados por miles de jóvenes para la unificación de criterios y su puesta en común, de forma multitudinaria en las calles y plazas de sus insensibles países y es de agradecer, que se utilicen estos medios para que el pensamiento inteligente y libre se desarrolle en pro de una sociedad mejor, más justa y más igualitaria, y lo haga huyendo de la exposición banal de los egos individualistas. Eso, sirve para algo tan hermoso como construir un mundo mejor que el que tenemos.

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