domingo, 6 de marzo de 2011

IDENTIDAD

Decía el poeta Antonio Machado: “Caminante no hay camino, se hace el camino al andar….” Y desde luego no lo decía por gusto, no era un cantar sin más. No pretendía que tan sólo fuera una conjunción de palabras y sílabas que armónicamente rimaran para la creación de unos versos más o menos bellos, que por cierto, estos lo eran y mucho. Era la aplicación hermosa de la experiencia humana a la que Machado estaba siempre cerca y de la cual bebía y aprendía y por supuesto la hacía extensiva al común de los mortales.

Pero no es mi pretensión hablar del genial hombre, pero sí de ese verso, que concentra y explica mucho de lo que los humanos en general y los políticos en particular tenemos como obligación para, desde la armonización social, lograr que el Estado de Bienestar aumente y no decaiga por efecto de una crisis o por el objetivo, del llamado “Libre Mercado”.

Como ciudadanos tenemos la obligación de confrontar nuestro principal interés, cual es, nuestra calidad de vida, la de todos, frente al de aquellos que prefieren adelgazar la fuerza que tiene el Estado para conseguirla y desde luego quieren hacerla bajo el principio egoísta de la cada vez más acumulación de riqueza, en sus solas y únicas manos. Todo vale, esta crisis, también, pues lo sacrificios los asumimos la mayoría mientras que esa minoría adinerada sólo pretende colocarse en buena posición para cuando llegue la recuperación económica. Los datos sobre la pobreza en el mundo nos indican claramente que los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos.

No podemos ceder, no debemos hacerlo y como políticos de progreso aún menos. Nuestros partidos han de verse reforzados, robustecidos en sus estructuras, participados por cuantas más personas mejor y no sólo en el trabajo sino en su capacidad de decisión, pues de esa manera la democratización y el ejemplo que de ella se de, será mejor percibido por la ciudadanía, sintiéndose reflejados en el pensamiento que de ellos se emane.

La movilización exigente es el único instrumento capaz de acabar con las posiciones insolidarias de contención del dinero para que la vida económica de un País no fluya.

Los gobiernos progresistas, junto con los partidos que les representan han de bajar a la calle y digo bajar, pues como cada vez más se admite, se ha retirado de ella y como ya he reconocido en otros escritos, siendo verdad que somos ciudadanos, que nos relacionamos, que vivimos, que dialogamos y trabajos, que estamos inmersos en las estructuras sociales; es también verdad que desde el punto de vista del pensamiento organizado y libre estamos en un mundo algo alejado del real. Parece como si no pretendiéramos su confianza y os aseguro que la gente quiere oír de nosotros, en mi caso, del P.S.O.E. explicaciones, soluciones, quieren sentirse que coinciden con lo que afirmamos, pero lo quieren saber, de primera mano, en la puerta de su casa o en su puesto de trabajo, o en la plaza de su barrio....quieren vernos y sentirnos que estamos, permanentemente ahí.

Pronto, serán las Elecciones Municipales y se nos requerirá para concursar en ellas y debemos hacerlo; pero si lo hacemos por el sólo hecho de tener que participar, aunque el Programa Electoral sea muy bueno, no ganaremos. Se pueden ganar si nos presentamos ante la sociedad con un Proyecto de Ciudad valiente, atractivo, diferenciador y desde luego para las gentes que aquí viven y sobre todo y muy importante para los que vivan en los próximos treinta años. Ese Programa ha de estar presentado en cada casa, de forma personal y directa y de la mano de un socialista. Nuestra voz ha de sonar con tal fuerza, con tal ilusión, que las gentes vean que es su Proyecto, y que quiénes se lo presentan creen de verdad en él.

El Partido Socialista Obrero Español, tiene en su marca, su principal valor, estoy, por tanto con José Luís Rodríguez Zapatero en que hay que reforzarla, apoyarse en ella. Es el gran instrumento que tienen los ciudadanos para cambiar las cosas, en una ciudad, en un País que le queda todavía mucho por hacer y cuya transformación y alcance máximo de bienestar vendrá, únicamente, de la mano de políticos progresistas.

Siempre se ha dicho que la fe mueve montañas y es verdad pongamos en marcha la nuestra y no habrá ninguna que se resista a nuestro empuje.

Acabo haciendo uso del final del cantar de Antonio Machado: Golpe a golpe, verso a verso.

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